Los “Yo soy” de Jesús: “Yo soy la puerta de las ovejas” (Jn. 10:1–10)
“Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil. Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas. Jesús les puso este ejemplo, pero ellos no captaron el sentido de sus palabras. Por eso volvió a decirles: «Ciertamente les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” (Jn. 10:1–10 NVI)
Transcripción del audio
Por causa de esta pandemia por el coronavirus, hemos tenido que suspender los estudios de la Biblia que teníamos en persona. Pero gracias a Dios nos permite comunicarnos de esta manera, y tenemos que aprovecharla.
Si estás leyendo esto en 2020, estoy seguro de que has de estar preocupado por las cosas que están pasando. Lo entiendo, ya que todos estamos en lo mismo. En una época de miedo, o incertidumbre, necesitamos esperanza, necesitamos buenas noticias. Y te quiero compartir las mejores noticias del mundo.
Usualmente cuando uno de presenta, dice, “Yo soy…”. Yo mismo soy la persona más capacitada para hablar de mí mismo.
Lo mismo sucede con Jesús de Nazaret. Seguramente has escuchado acerca de Él. Los que estamos en México vemos en las iglesias, hasta en las casas de varias personas, imágenes o pinturas de Jesús. Hemos escuchado su nombre en varias conversaciones, tanto de personas creyentes como de no creyentes.
La pregunta importante es, ¿quién es Jesús? Para muchas personas Él es un gran maestro, que enseñó muchas cosas importantes. Para otras personas, Él fue un revolucionario que trató de luchar por las personas oprimidas. Para otras personas Él fue solamente un buen hombre.
Pero si queremos saber quién es Jesús, lo mejor sería preguntarle a Él mismo. Jesús en siete ocasiones al menos, mencionaba quién era Él usando diferentes imágenes. Él dijo, “Yo soy…”
· El pan de vida
· La luz del mundo
· La puerta de las ovejas
· El buen pastor
· La resurrección y la vida
· El camino, la verdad, y la vida
· La vid verdadera
Quiero explorar con ustedes cada una de estas frases, y que juntos vayamos conociendo al verdadero Jesucristo.
Vamos a empezar hoy en el evangelio de san Juan, capítulo 10, versículos 1–10 (Jn. 10:1–10). Si no tienes Biblia, lo voy a leer yo en voz alta. Abajo en la descripción del video puse una liga para que puedas leer el pasaje.
I. El estado de las ovejas (Jn. 10:1–6).
La Biblia usa muchas imágenes y metáforas para referirse a los seres humanos, y uno de los animales más comunes para representar a los seres humanos es la oveja.
· Varias veces en la Biblia se menciona a las personas como si fuera ovejas (Sal. 77:20; Sal. 80:1; Sal. 100:3).
· Algunas personas, como el rey David, compararon su relación con Dios como la relación que tiene una oveja con su pastor. En el Salmo 23 el rey David dice, “Jehová es mi pastor, nada me faltará”.
Y hay varias razones por las cuales la Biblia nos compara con las ovejas. Las ovejas:
1. La oveja no tiene ningún sentido de dirección. No es como un perro o un gato. Si una oveja se pierde, no tiene manera de encontrar el camino a su redil. Si una oveja se pierde, el pastor tiene que ir a buscarla.
2. Una oveja no se puede limpiar a sí misma. Los gatos se limpian solos con la lengua, no hace falta bañar a un gato. Pero las ovejas tienen lana, y esa lana se pone grasosa con el tiempo, y se enreda, y las ovejas pueden terminar bastante sucias. Si el pastor no las limpia, la oveja se va a quedar sucia.
3. Las ovejas son miopes, y no pueden encontrar alimento fácilmente. La oveja puede ir caminando, encontrar hierba venenosa, y comérsela. El pastor tiene que limpiar los terrenos donde van a pastar las ovejas, y tiene que guiarlas a ese lugar.
4. La oveja está indefensa. Las ovejas no muerden, no patean, no arañan, ni tampoco corren muy rápido. Cuando están matando a una oveja, ésta no hace nada más que balar. El pastor tiene que defender a las ovejas de los depredadores.
¿Pueden ver por qué los seres humanos somos comparados con las ovejas?
1. Los humanos no tenemos un sentido natural de dirección espiritual.
a. No podemos ver el futuro, ni tenemos el conocimiento suficiente en todas las ocasiones para tomar la decisión correcta (Jer. 10:23; Mr. 6:34).
b. También, la Biblia menciona que el pecado que cometemos nos ciega, y nos impide tomar las decisiones correctas (Ef. 4:17–19).
c. Los humanos estamos tan ciegos, que no podemos aceptar nuestra propia ceguera espiritual (Mt. 15:14).
2. Los humanos no podemos limpiarnos del pecado.
a. Los humanos no podemos perdonar pecados, solamente Dios puede (Pr. 20:9; Job 25:4).
b. Tampoco podemos dejar de pecar, ni tampoco conocemos a nadie que jamás peque (Job 14:4; Sal. 51:5; Jer. 13:23).
3. Los humanos tampoco podemos alimentarnos espiritualmente.
a. Siempre estamos buscando experiencias, cosas, o personas, que nos satisfagan, y sin embargo no podemos ser felices (Jn. 4:13; Jer. 2:13).
4. Los humanos tampoco tenemos defensas verdaderas ante nada:
a. No tenemos control sobre las enfermedades, huracanes, terremotos.
b. Tampoco tenemos control sobre nuestra propia vida. Ni siquiera sabemos si vamos a estar vivos al terminar esta transmisión (Stgo. 4:13–15).
Como ven, el Señor Jesús nos compara con las ovejas por varias razones. Tú y yo necesitamos dirección, limpieza, alimento y seguridad física y espiritual. La buena noticia
II. La seguridad de las ovejas (Jn. 10:7–9)
Las ovejas, para poder estar seguras, son resguardadas en un redil. Un redil es un espacio cerrado, con un muro de piedra, o de madera. En ese lugar las ovejas descansan, duermen, se curan las heridas, etc.
Estos lugares tenían que ser muy seguros, porque suelen venir ladrones a robarse las ovejas. Las ovejas son muy valiosas por la lana que producen, así que los pastores tenían que estarlas cuidado todo el tiempo.
La manera de entrar o salir del redil es a través de la puerta. En este pasaje Jesús se menciona a sí mismo como la puerta de las ovejas (Jn. 10:7). Hay varias razones para esto:
a) Jesús es el único camino a Dios.
a. Jesús dice “yo soy la puerta”, no dice que es una puerta. Una y otra vez, Jesús nos deja claro que Él es el único Salvador, la única manera de tener vida eterna (Jn. 14:6; Hch. 4:12; 1Tim. 2:5).
i. Aquí mucha gente se enoja, porque quiere su manera, su propio camino. Pero Prov. 14:12 nos advierte de esto.
b. Los demás son ladrones y bandido. (Jn. 10:1). Cualquier otra esperanza de salvación, cualquier otro camino que no es Jesús es un camino falso.
i. Ni Mahoma, Buda, Confucio, José Smith, Karl Marx, son la puerta de las ovejas. Ninguna religión ni filosofía lo va a poder salvar.
ii. En este tiempo de crisis, muchas personas te van a ofrecer caminos y soluciones falsos. No confíes en ellos. Cristo es el único camino a Dios.
b) Es el único que puede dar vida.
a. Vida en la Biblia habla de una relación personal con el único Dios verdadero (Jn. 17:3). La vida eterna es la relación eterna y personal con Dios mismo (1Jn. 5:20).
b. “Y vida en abundancia”. La gente tiene un concepto erróneo acerca de qué nos ofrece Dios. Hay gente que usa esta frase para creer que Dios les va a dar todo el dinero, éxito, prosperidad y salud que ellos quieren. Pero la vida en abundancia que menciona Jesús no es nada de eso (Flp. 3:7–11).
i. No te estoy prometiendo que si aceptas a Jesús hoy no vas a contagiarte del coronavirus, o que no vas a perder tu trabajo.
ii. Lo que sí te aseguro, es que si crees en Jesús vas a tener una relación personal y directa con Dios, y Él te va a dar la seguridad, la paz, y la confianza, que muchas personas están buscando en este momento.
III. El peligro de las ovejas
Por último, si tú no has aceptado a Jesucristo como tu Señor y Salvador, significa que no has entrado por la puerta. Y eso significa que sí estás en peligro.
Como vimos anteriormente, las ovejas necesitan al pastor para su cuidado. Si Jesús no es tu pastor, estás solo, por tu cuenta. Y vemos lo peligroso que esto es (Jn. 10:10).
El ladrón que menciona aquí es el diablo. La Biblia dice que el diablo es un “león rugiente, buscando a quién devorar” (1Ped. 5:8).
Si no has entrado por la puerta, estás indefenso, y estás en peligro.
Conclusión
Habiendo visto lo anterior, tengo que insistirte que entres por la puerta. ¿Qué significa esto? Que te arrepientas de tu pecado, y confíes en el Señor Jesucristo.
1. La Biblia dice que todos hemos pecado (Rom. 3:23). También dice que “todos nos perdemos como ovejas, cada uno sigue su propio camino” (Is. 53:6). Arrepentirse significa volver. Arrepentirse es reconocer que estás perdido, que has pecado, y es pedirle a Dios que te perdone.
2. Entrar por la puerta significa dejar de segur tu propio camino, o tu manera de salvarte, y confiar únicamente en Jesús. Si estás buscando otros caminos para tratar de llegar a Dios, estás tratando de saltarte la barda. Solo puedes entrar por la puerta.
3. Confiar en Jesús no es solamente “creer” en la manera intelectual. Es confiar en Él como tu Salvador y Señor. Es buscarlo a Él como un hambriento busca comida, o un sediento busca agua. Es depender de Jesús para tu salvación, como alguien se aferra a un salvavidas en el mar.
Si tú quieres entrar por la puerta, si quieres aceptar a Jesús como tu Salvador y Señor, lo puedes hacer ahorita mismo.
Voy a hacer una oración, pero puedes ponerle pausa a este video y hacerlo con tus propias palabras.
Eduardo Barrientos es originario de Monterrey, México, y es miembro de la Iglesia del Discipulado Cristiano. Puedes seguir sus actualizaciones en Facebook, en Twitter @SolaGraciaMin, o en solagraciaministerios.org.
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